De todos modos, en la actualidad, el hormigón armado continúa siendo el material estrella en el mundo de la construcción, sobre todo por su precio. Es mucho más económico que los modelos elaborados a partir de fibra de vidrio y más aún que los compuestos con fibra de carbono. Los compuestos “armados” con carbono pueden ser hasta diez veces más caros que los confeccionados con vidrio. Los cuatro rascacielos que se edifican en la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid, por ejemplo, se construyen con un compuesto especial de hormigón armado reforzado.
“El hormigón con fibras suele utilizarse para masas más pequeñas, normalmente sirve para hacer cajones, también se utiliza en las cubiertas”, indica Juan Monjo. “El tejado de la ampliación del Museo Reina Sofía, del arquitecto francés Jean Nouvel, está hecho de poliéster reforzado con fibra de vidrio”, constata. Pero hay más. A la espectacular cubierta fucsia del nuevo anexo del convento del siglo XVIII en el que el Estado español atesora una de las más exquisitas colecciones de arte contemporáneo del mundo, le acompaña otro compuesto de reciente invención, el Ductal, de la cementera francesa Lafarge.
VÍCTOR LÓPEZ GARCÍA
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