Vistas de página en total

viernes, 20 de abril de 2012

Usar hidrógeno como combustible en automóviles puede acelerar el desgaste de piezas metálicas


En el futuro, los coches podrán contar con propulsión basada en el hidrógeno. En el sector del transporte y en el energético, el hidrógeno es considerado como una alternativa idónea a los combustibles fósiles, como son el carbón, el petróleo y el gas natural. Sin embargo, para metales como el acero, el aluminio y el magnesio, utilizados comúnmente en la tecnología automovilística y en la energética, el hidrógeno no es tan ideal.
El problema es que el hidrógeno puede hacer que estos metales se vuelvan muy frágiles. La ductilidad de esos metales se acaba reduciendo de manera peligrosa. Esto puede conducir al fallo repentino de las piezas y los componentes. Además del propio tanque de combustible, o las piezas de la pila de combustible, también componentes comunes como los rodamientos se ven afectados. Esto no sólo amenaza a los automóviles, sino a casi toda la maquinaria industrial que trabaje con hidrógeno.
El hidrógeno, el más ligero de los elementos químicos, impregna muchos de los materiales presentes en la estructura del vehículo, no sólo cuando se llena el depósito, sino también a través de los diversos procesos de fabricación. El hidrógeno puede filtrarse en metales a través de la corrosión, o durante el proceso de cromado de piezas de automóviles. La infiltración también puede producirse durante la soldadura u otros procesos. El resultado es siempre el mismo: La pieza se puede rajar o partir sin síntomas previos del creciente deterioro, y la rotura de piezas trae como consecuencia reparaciones costosas.
Para evitar este problema, los investigadores del Instituto Fraunhofer de Mecánica de los Materiales (IWM) en Friburgo, están estudiando la fragilidad inducida por el hidrógeno. Su objetivo es averiguar qué materiales y procesos de fabricación para automóviles son compatibles con el hidrógeno.
En el nuevo laboratorio especial de ese instituto, el equipo de Nicholas Winzer está investigando cómo y a qué velocidad el hidrógeno migra a través de un metal.
Los resultados de las pruebas de laboratorio son utilizados para simulaciones informáticas, mediante las cuales calculan cuán frágil se vuelve un metal por culpa del hidrógeno. Lo que vayan averiguando ayudará a encontrar soluciones técnicas para evitar el desgaste acelerado provocado por él.
http://www.noticias21.com/node/2752

VÍCTOR LÓPEZ GARCÍA

No hay comentarios:

Publicar un comentario