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jueves, 24 de mayo de 2012

Nueva tecnología para eliminar ruidos molestos


El ruido de los aviones a reacción es causa de problemas medioambientales en las zonas habitadas cercanas a los aeropuertos, lo cual obliga a las aeronaves a ejecutar procedimientos a menudo complejos que amortigüen el ruido durante el despegue o el aterrizaje.
 Para mejorar esta situación, unos ingenieros del Instituto de Investigación del Georgia Tech (GTRI), se han concentrado en el uso de materiales innovadores que permitan un nuevo enfoque en la física de la reducción del ruido. Han descubierto que estructuras con forma de panal, compuestas por muchos tubos o canales pequeños, pueden reducir el sonido de manera más efectiva que los métodos convencionales.
La nueva estrategia se basa en un fenómeno físico distinto del subyacente en las técnicas tradicionales, que absorben el sonido pero que lo hacen con gran diferencia de eficacia según las frecuencias de éste.
Muchos materiales amortiguadores de sonido explotan el hecho de que las ondas sonoras resuenan en el aire con frecuencias distintas. De la misma forma que el aire soplado dentro de una botella produce una resonancia con un tono muy particular, una onda sonora que golpea una superficie especial resonará en ciertas cavidades, y como consecuencia, disipará su energía.
El inconveniente de este enfoque tradicional para la reducción del ruido es que los sistemas sólo funcionan con ciertas frecuencias, aquellas que pueden hallar las cavidades u otras estructuras en las cuales resonar.
La investigación, dirigida por Jason Nadler, ingeniero investigador del GTRI, abarca varias cuestiones, pero en particular la absorción sonora de banda ancha, un método para la reducción del sonido que no depende de la frecuencia o la resonancia. Con esta estrategia, tubos paralelos muy pequeños en un medio poroso metálico o de cerámica, forman una estructura semejante a un panal que atrapa el sonido independientemente de la frecuencia. En lugar de resonar, las ondas sonoras se sumergen en los canales y se disipan mediante un proceso distinto, que incluye la interacción de un sólido con un gas u otro fluido. En este caso, un gas (ondas sonoras compuestas por aire comprimido), el cual contacta con un sólido, que es el medio poroso, y se debilita por la fricción generada. El resultado es que las ondas sonoras no resuenan, sino que simplemente se disipan.
VÍCTOR LÓPEZ GARCÍA

3 comentarios:

  1. Me ha sorprendido bastante ya que no sabía nada sobre este tema.
    Muy buena información.

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  2. es importante conocer la información nueva sobre los materiales es muy curioso el tema

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  3. Un material muy bueno, ayudaran a aliviar cualquier ruido fastidioso.

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